jueves, mayo 27

12 de agosto de 2002

Ella me quiere a mí.
Yo te quiero a ti.
Tú le quieres a él.
Él no quiere estar contigo.
Tú no quieres estar conmigo.
Yo no puedo estar con ella.

25 de julio de 2002

Vierto semen sobre mi vientre y su aroma me trae el recuerdo de las tardes de pasión junto a ti.

Viernes, 8 de marzo de 2002

Este no soy yo. Y si soy yo, no me gusto. Son casi las dos de la mañana. Estoy medio borracho y SOLO. Sin ganas de nacer NADA. Ni siquiera acostarme y dormir. Deseo que pase el tiempo. Deseo que pase algo. Deseo DESPERTAR. Creo que llevo mucho tiempo dormido y va siendo hora de levantarme y ANDAR. Por no tener ganas no tengo ganas ni de escribir estas líneas. Así que me voy a la cama a ver si consigo dormir.

Domingo, 17 de febrero de 2002

"Y la madrastra decidió o se dio cuenta que Cenicienta debía vivir su vida y el príncipe azul acudió a sus brazos. Se fundieron en un abrazo que no veía fin. Las lágrimas de alegría y las lágrimas de tristeza y las lágrimas de pena y las lágrimas de felicidad llenaron los ojos de la princesa durante siete días y siete noches pero el príncipe se bebió todas las lágrimas y con ellas hizo besos para regalar a la princesa y que sólo la sonrisa llenara su bello rostro de luna llena. Y vivieron felices y comieron las perdices con chocolate que la madre de la princesa les preparó para celebrarlo y nunca jamás tuvieron que separarse al caer el sol. Desde la barandilla de palacio contemplaron juntos el más bello atardecer que el Sol jamás había ofrecido".
El día dieciséis, ayer, mientras paseaba por la Gran Vía con María, mi sobrina, a las 18:34 recibí el siguiente mensaje de Bego "Ha llegado tarde pero ya tienes tu regalo de los enamorados: mi libertad. Cuando pueda te llamo. Te quiero. Besos".
¡Uf! ¡Qué cantidad de sentimientos agolpados! Ilusión, mucha ilusión pero también vértigo, miedo... mis deseos cumplidos. ¿Seré capaz de quererla tanto como se merece? Tanto tiempo esperando esto que ahora no sé ni como reaccionar ni qué pensar. Toda una vida por delante, a su lado. ¿Cuántas veces había formulado ese deseo?
Ahora la voy a tener y no quisiera que nos equivocásemos ni que saliese nada mal. Quiero quererla tanto como la he deseado. Hoy es el primer día de nuestra nueva vida juntos y esto es mucho y muy importante.
¡Uf! deseo su felicidad por encima de todo y lucharé por conseguirla.
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Me parece increíble. No han pasado ni dos horas desde que escribí los párrafos anteriores y todo ha vuelto a cambiar radicalmente. La situación ha dado un giro inesperado y desesperante. Acabo de recibir un mensaje en el que me dice que va a volver a intentarlo con él. Yo ya no sé ni qué hacer. Creo que debo empezar a olvidarme de ella. Esto es el principio del fin justo cuando empezaba la más bella historia de amor. Estoy desesperado. No sé ni qué hacer.

miércoles, mayo 26

Lunes, 11 de febrero de 2002

Tengo muy abandonada esta escritura. Lo cierto es que cada vez tengo menos ganas y no me parece tan importante como para obligarme a hacerlo.
La gente me tiene envidia. Algunos tanto que llegan a odiarme por ello y hacen todo lo posible por que me derrumbe ¿por qué? Sufro como todo el mundo: unos días más y otros menos pero me trago ese malestar y trato de ofrecer siempre la mejor cara. Trato de parecer feliz y hay quien no soporta la felicidad ¡no la verían aunque la tuviesen delante de sus narices. JL, por ejemplo.
El viernes pasado entregamos las fechas para vacaciones y, previo acuerdo mutuo, Begoña y yo las hicimos coincidir. El razonamiento es este: si ya estamos definitivamente juntos las podremos compartir; si aún no, será menos el tiempo que pasemos separados.
Cuando JL comprobó que nuestras fechas coincidían, al segundo se pilló tal mosqueo que habló con E y al momento ésta conmigo.
Fue clara: le importa un bledo mi vida privada y me da su "bendición" ante cualquier decisión pero que no afecte al trabajo, que se traduce, simplemente, en que no acompañe a B cada vez que sale a fumar por lo que pueda decir "la gente" y porque hay muy mala leche y me pueden hacer daño. ¿Más claro?
A Begoña le afectó menos de lo que yo pensaba pero hoy lunes JL sigue sin hablarnos. No me preocupa en absoluto su silencio pero a ella sí y creo que eso ha modificado su comportamiento y su actitud hacia mí. Bueno, no sólo eso. Su chico le ha pedido que tengan un hijo.
De momento le ha dado largas pero es más que evidente que le sigue queriendo y no descarta (me lo ha confesado) rehacer su vida con él.
¿por qué sigo a su lado?
Porque la quiero mucho más de lo que acierto a comprender, más allá de toda lógica y razón y porque ella, insiste, me quiere.
¿Hacen falta más razones?

martes, mayo 25

Domingo, 27 de enero de 2002

Ni mucho menos estoy siempre tan triste como queda reflejado en este diario, lo que sucede es que sólo me acuerdo de escribir en él cuando estoy triste.
Hoy lo estoy mucho, por eso no voy a escribir nada más.
Espero acordarme de rellenar estas líneas un día que esté contento o simplemente normal, porque si no, quien llegue a leer esto algún día pensará que soy un eterno infeliz y nada más lejos de la realidad.
Sólo estoy triste al caer las noches de los fines de semana y no todos.
Claro que... tampoco es poco.

jueves, mayo 20

Domingo, 20 de enero de 2002

¡Un fin de semana distinto y alegre! Apenas he pensado en ella, al menos no con tristeza aunque, claro que la recordaba...
Después de la larguísima conversación del viernes por la noche (o madrugada del sábado) dormí una shoras y, al despertar, salí hacia Cáceres, a casa de Tomás y Ana.
Como siempre, me recibieron con gran alegría y cariño. Hacía casi tres años que no nos veíamos y nos tratamos como si nos viésemos todos los fines de semana. Quizá mejor.
Me han sorprendido muy gratamente porque no han tratado el tema de la separación, ni siquiera lo han mencionado. Gracias a eso ha sido mucho más divertido el fin de semana, porque no pesaba ningún fantasma.
He estado jugando mucho tiempo con sus hijos, Ana y "Carletes", al que no conocía. Me gusta jugar con los niños. Sobre todo cuando al final del día se encargan sus padres de ellos, je. Claro, es muy bonito llevarse sólo la parte agradable. Aún así me han cansado a veces ¡son imparables!
Los dos días he conseguido hablar con Begoña algunos minutos. Ha sido muy agradable. Estoy deseando verla. Después de lo que pasó el viernes, el encuentro puede ser muy explosivo.
Después de la experiencia de este fin de semana debo plantearme muy seriamente realizar más actividades. No puedo quedarme quieto esperando que Begoña venga a mi encuentro. Si hago eso acabaré pudriéndome de tristeza.
Cuando llegue será recibida con una gran fiesta pero no puedo estar muerto hasta que llegue ese día.
Tengo que tomar ejemplo de lo que le digo a ella: puedo quererla mucho pero yo me tengo que querer más aún para tener la salud mental necesaria para darle todo mi amor.
(Me gusta el disco de Bill Evans que suena ahora).

miércoles, mayo 19

Viernes, 18 de enero de 2002

Ha pasado una semana y sigo llorando. Vengo de un concierto de Javier Ruibal (al que ahora escucho) y he derramado lágrimas en cada canción: "Dime tú si vale la pena esperar a un corazón que siempre fue libre, por qué sigo aquí de qué sirve amar tanto el mar y enterrarse en la arena".
Imposible acabar con esta tristeza que me provoca su ausencia, "peregrino voy donde lo ordenen sus caderas. Qué me importa a mí si es un infierno la calle si por fin la llevo por el talle" "Desnuda en medio de la cama se ha brindado a mí con un amor que desarma, nubla la razón y abrasa el alma..." "todo el mar es poco para esa perla, arde el bulevar y al borde de la locura no soy yo quien va de su cintura".
Cuando leo frases que definen tan bien mis sentimientos me planteo la utilidad de escribir. Debería, más bien, recopilar lo que otros han escrito con mayor acierto que yo.
Me siento débil hasta para eso.
tengo el teléfono en una mano. Me he jurado no escribirla en todo el fin de semana a menos que lo haga ella pero no me veo capaz. Me está quemando. Y no puedo dormir.
La causa de "mis males" es la misma de siempre: ella se ha pasado todo el día de hoy muy enfadada con su novio que la ha estado colgando el teléfono toda la mañana. Me había prometido que nos veríamos por la tarde pero nos hemos separado a medio día y sólo he recibido un mensaje diciendo que lo sentía mucho pero que no podía ser. Me he enfadado mucho, después me he entristecido; ahora estoy desilusionado, decaído. Me siento rechazado aunque sus ojos y su boca me digan que me aman.
A mis ojos ha llegado el verano, que se han secado de tanto llorar. "Te caes de bueno" me ha dicho esta mañana pero parece que ella prefiere a los chicos malos que la hacen sufrir.
Argumentos me sobran para empezar a olvidarla y vivir mi vida sin ella pero solo de pensarlo una cortina de pena me nubla el alma.
"Dama de todos mis días, por el jardín de tus dudas me perdería".
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Me ha llamado. Hemos estado casi dos horas hablando, llorando y riendo juntos. Me quiere. Soy feliz.

martes, mayo 11

Domingo, 13 de enero de 2002

Hasta un corazón alegre y optimista como el mío hay veces que se llena irremediablemente de tristeza. Hay veces que me canso y pienso que no voy a poder seguir luchando y esperando. Un domingo sin ella acaba con todas mis fuerzas.
No es la soledad la que me mata, es su ausencia.

lunes, mayo 10

10 de enero de 2002

Acabábamos de hacer el amor intensamente durante la primera noche que pasamos juntos: la del uno de enero; nuestra particular fiesta de nochevieja. Habíamos bebido pero tampoco demasiado: lo normal en una noche de placer.
Su cara resplandecía como una estrella. En sus ojos quedaban los restos del amor; su mirada era hipnotizante, mágica. Decidí captar el momento y tomé la cámara de fotos. Entonces disparé sin control. No dejaba de mirarme. Una mirada enamorada, excitada por nuestra reciente pasión. Sus pupilas ocupaban por completo los ojos, sus labios, rojos como grosellas, seguían pidiendo besos.
Mi torpeza como fotógrafo me impidió captar la magia del momento. Apenas dos pares de fotos se han salvado de la quema. Pero ahora, contemplando su rostro, pleno de felicidad, recuerdo aquella noche, nuestra primera noche juntos.
Caímos, exhaustos de amor, a las tantas de la madrugada. Mis párpados no soportaron el peso de tanta pasión y se cerraron inmediatamente.,
Ella asegura que no durmió en toda la noche y que contemplaba mi cuerpo junto al suyo. Sé que cuando sonó el despertador hubiese dado cualquier cosa por seguir entrelazados bajo las sábanas.
Pero nos levantamos y llegamos juntos al trabajo, con total naturalidad, como si durante toda la vida no hubiésemos hecho otra cosa que salir de casa juntos y llegar al trabajo.
La recuerdo también en la ducha. Yo en la cocina preparando el desayuno mientras ella se duchaba con su frágil cuerpecillo y su eterna sonrisa. ¡Ay! Su sonrisa... su sonrisa es la receta para la felicidad eterna. Es imposible estar triste teniendo su sonrisa pero se puede llorar recordándola cuando falta.
No voy a hablar ahora de faltas pues llevamos casi toda la semana muy juntos; cada vez pasamos más tiempo compartido. Pero siempre quiero más. Algún día esta insatisfacción mía me traerá algún disgusto.
Tengo más cosas que contar pero me caigo de sueño así que dormirán en el cartucho de tinta de mi bolígrafo.

viernes, mayo 7

7 de enero de 2002

¿Y si me dedicase a la cocina? Últimamente es el arte en el que más creatividad desarrollo. Cada día que cocino me invento un plato y siempre el resultado es bueno. Hoy han sido dos: garbanzos del altiplano (je) y naranjas al suspiro.
Aunque los garbanzos han quedado buenos tampoco son dignos de mención pero las naranjas... ¡ay! como su nombre indica. Después de pelar la naranja se corta en finas rodajas y se salpica de azúcar moreno, canela y... ¡ay! rayadura de chocolate puro. Se rocía con un chorrito de Cointreau y ¡a suspirar! Vale, es muy simple, he aportado poco pero he conseguido que unas naranjas insípidas que me traje de Cádiz tengan un sabor sublime.
Como decía al principio, estoy poco creativo en el resto de facetas artísiticas. Begoña me absorbe (con gusto) por completo.
Cada vez paso más tiempo con ella y al tiempo cada vez la echo más de menos por lo que cuando no estoy con ella estoy pensando en ella ¡así no hay quien produzca! je
Soy muy feliz a su lado aunque no me gusta depender tanto de ella. No me gusta depender de nada ni de nadie. Y mucho menos si no la puedo conseguir pero es otra historia. O mejor dicho, eso es la misma historia que llevo escrita en las setenta y dos páginas anteriores así que INTENTARÉ cambiar de tema.
Vale y... ¿de qué otra cosa puedo hablar?
Ayer fue el día de reyes. Me gusta. Desde pequeñito me gusta mucho el día de reyes aunque ayer fue la primera vez que no hubo sorpresa nocturna. Como estoy solo no podía esconder los regalos ni colocarlos a escondidas. Eso es una faena pero aún así estuvo bien. A Pa le encantó la cámara de fotos y ella me regaló un disco de los Ramones y un quemador de incienso; dos buenos regalos: uno para acostarse tranquilo por las noches y otro para levantarse excitado por las mañanas.
Mi madre me regaló un cuchillo jamonero y una cafetera. También regalos interesantes y prácticos que quería comprarme.
Begoña ha dicho que quiere comprarme un regalo pero ya no es lo mismo. Para mí Reyes son Reyes y vienen siempre el día cinco por la noche, si no, no es lo mismo. Así de tradicional soy para algunas cosas.
Esta tarde no tengo planes, improvisaré las próximas horas igual que improviso la comida o igual que improviso la vida.

miércoles, mayo 5

Jueves, 3 de diciembre de 2002

Estoy leyendo "Señora de rojo sobre fondo gris". Escucho a Satriani (por casualidad, me lo han prestado y no le presto mucha atención). En el libro, el protagonista habla de lo que echa de menos a su esposa que ha muerto. Mi esposa, hoy por hoy, sigue siendo Rosa pero no la echo nada de menos. Puede darme pena el sufrimiento, puedo tenerle afecto, cariño, recuerdos, mil cosas pero cada día estoy más convencido de haber obrado correctamente. Siendo sincero, no pienso en ella. ¿Será por la fiebre inicial? En cualquier caso, fiebre inicial que dura doce meses, el caso es que sigo locamente enamorado de B y sí noto su falta. Pero no tanto su hueco como saber que está con él. No le conozco pero le odio. Cuando B estaba en Salamanca sola no me importaba, estaba en su casa, con sus padres pero cuando fue a Valladolid... cada minuto me dolía. No soporto que esté a su lado. Sé que le quiere y eso me duele porque pienso que me miente.
Siempre hablo de lo mismo en estas páginas ¡vaya diario rollo!
Voy a acabar por hoy. Además estoy borracho; bebí media botella de vino con la cena y me voy a la cama.

lunes, abril 26

31 de diciembre de 2001

Faltan cuatro minutos para 2002. Espero, solo, a comerme las uvas. Acabo de hablar con Pa. Está contenta. Yo también estoy bien. Hoy he estado un poco de bajón pero me recuperé cuando me llamó Bego y, después de una sabrosísima cena (sopa, sargo y vino) por la que me han clavado. La cuesta de enero será tremenda pero hay que vivir. Quedan dos minutos. Bebo cava sin copas y me he hinchado a pipas. Comeré uvas que me han regalado en el restaurante. Feliz 2002. Como siempre, llenode ilusión. Brindo por toda la gente que me quiere.

jueves, abril 22

Domingo, 30 de diciembre de 2001

Estoy en Cádiz. Zahara de los Atunes. Es la primera vez en mi vida que viajo solo y me lo estoy pasando en grande. Increiblemente bien. Nunca pensé que me pudiese divertir tanto viajando solo. Estoy de un humor excelente, hablo con todo el mundo, canto a voces en el coche... ¡hago lo que me da la gana! y no tengo que rendir cuentas a nadie. En realidad no estoy tan solo: me acompaña Oscar (mi perro) y Begoña al otro lado del teléfono.
Hasta hoy estaba en casa de sus padres y hemos podido hablar todo lo que nos ha dado la gana, que ha sido muchísimo. Cuando venga la factura del teléfono me acordaré pero me encanta. Cuando hablamos la siento muy cerca, a mi lado. Y todos estos días nos hemos ido aproximando más cada vez.
Hoy se acabó porque a las 19:30 ha llegado a Valladolid ¡puaj! Su novio es un chulo, un vago; decía que no iba a ir a buscarla a la estación ¿pero qué se ha creído? Al final va pero porque va también su amiguito.
Bego lo ha pasado muy mal estos últimos días. Dice que me echa mucho de menos y que lo pasa fatal tan lejos de mi. Su novio no hace más que empeorar la situación: le ofrecieron empezar a trabajar y lo rechazó porque tenía que ir el día de nochevieja.
Dice Bego que está muy quemada y que no aguanta más, que en cuanto lleguen a Madrid le deja. No quiero hacerme muchas ilusiones porque es débil y sé que puede "recaer" en cualquier momento.
¡Una buena noticia! Es muy posible que la noche del uno al dos durmamos juntos en la Bu. Todavía no me lo creo. No me quiero hacer muchas ilusiones porque sé que puede ocurrir cualquier cosa. Ni que decir tiene que tengo muchísimas ganas. Lo que ocurra hoy y mañana en Valladolid puede ser clave para el futuro de nuestra relación y de la vida de Bego. Habrá que esperar.
Mientras tanto yo sigo aquí, en Zahara, disfrutando de lo lindo.
Cuando salí de Madrid la temperatura a veces subía hasta "0" grados. La nieve caída una semana antes aún no se había derretido de los campos y una espesa niebla impedía ver tres metros más adelante.
Avanzando por Castilla, el hielo formaba flores en los pastos. Un inmenso paisaje blanco se extendía ante mis ojos, deslumbrados por el sol filtrándose a través de la niebla.
Poco antes d ellegar a Despeñaperros el sol fue ganando la batalla a las nubes y la temperatura subía.
Cuando ascendí el puerto, un verde intenso era el protagonista y la luz ya no estaba tamizada por las nubes. La temperatura ahora era de catorce grados. Increíble, pero así es.
Ahora mismo, 30 de diciembre, escribo estas líneas sentado en el patio, a la luz de la luna llena y... en mangas de camisa. Sólo noto un ligero frescor que desaparecería si me echase una chaquetilla.
Puede resultar curioso que dedique tanto espacio a hablar del tiempo pero me parece importante porque parece que en este viaje todo se está confabulando a mi favor: el sol, la luna, las nubes... se han puesto de acuerdo para que mis primeras (¿y últimas?) vacaciones en solitario sean un auténtico éxito.
Tanto es así que ayer, cuando venía, pasé por la Playa de La Barrosa (Chiclana de La Frontera) en el instante preciso que se ponía el sol. Hace años leí que era una de las puestas de sol más bonitas e intenté presenciarla pero después de esperar varias horas las nubes taparon el horizonte y el espectáculo finalizó antes de lo previsto, sin empezar.
Ayer, cuando quedaban pocos minutos para que el sol se ocultase, vi un letrero que decía: "Playa de La Barrosa" ¿Una señal? Quizá. Giré bruscamente el volante y pude contemplar lo que se interrumpió años atrás.
Y cuando el sol se duerme, la luna despierta y... ¡está llena! Es increíble.
Estoy rodeando de naranjos, limoneros, romero, laurel, higueras, jazmín... y la luna en el cielo. Soy afortunado.
Hoy he visitado lugares que ya conocía pero los he descubierto. Bolonia o Tarifa no me llamaron la atención cuando los vi por primera, incluso por segunda vez. Sin embargo hoy e he perdido durante horas por sus arenas y sus calles.
Bolonia me ha fascinado y Tarifa me ha embrujado. Lo he visto todo con ojos nuevos, con ojos inocentes de niño al que todo impresiona y todo ilusiona. Lo he visto, también, con los ojos de Begoña (esos sí que me embrujan) porque le iba contando en directo todo loque veía.
Estaba yo subido en lo alto de la duna de Punta Paloma cuando me ha dado la noticia de que se quedaría el martes a dormir conmigo.
me he tumbado sobre la arena, el perro a mis pies, el teléfono en una mano y todo el cielo sobre mi. El anochecer más hermoso.
Antes de tiempo interrumpí ese mágico momento porque oscurecía tanto que temí no saber volver al coche.
Mientras seguía hablando con Begoña corría por la arena riendo sin parar de pura felicidad a pesar de no encontrar el camino de vuelta.
Evidentemente lo encontré, ja, si no, no estarái escribiendo esto.
Ahora no tengo mucho sueño pero voy a acostarme porque no quiero levantarme tarde. La noche es preciosa pero también quiero aprovechar el día.

martes, abril 13

Domingo 23 de diciembre de 2001

Escribir todo lo sucedido en estos días me llevaría mucho tiempo y no sé si tengo ganas.
Hoy, por primera vez, estoy escribiendo estas notas por la mañana ¿tendré la mente más clara a estas horas? No sé pero me he decidido a hacerlo para dejar constancia de lo que siento por Begoña y lo que estoy sufriendo porque me parece que se aleja de mí aunque con sus palabras se niegue a admitirlo.
Ahora ella viaja hacia Salamanca y yo debería estar siendo su chófer pero no sé si por su indecisión o por su falta de convencimiento son sus cuñados quienes la llevan.
El miércoles, después de estar haciendo el amor, descnsábamos sobre la cama, dormitando y yo le recitaba poemas al oído. Su teléfono sonó y salió escopetada rompiendo en mil pedazos todo el encanto de los instantes anteriores y mi corazón. La voz de su amo la reclamaba y ella fue incapaz de desoírla.
Al día siguiente se celebraba la comida de la empresa, por la noche yo actuaba y su novio celebraba otra fiesta particular con un amigote suyo.
Según me había comentado los días antes, ella pasaba olímpicamente de la cena de su novio y sólo deseaba asistir a mi concierto pero no sólo cambió radicalmente de planes sino que no me avisó y me enteré de casualidad y tarde.
Ahora mismo, según recuerdo todo lo sucedido para escribirlo, un ardor recorre todo mi cuerpo y me llena de dolor y angustia al tiempo que clarifica la situación y veo que si no tiene las fuerzas suficientes para actuar es porque en el fondo no lo desea.
Volvamos a la comida de la empresa. Otra vez cambió de planes sin avisarme. Habíamos previsto venir a la buhardilla en cuanto terminase la comida pero estuvimos bailando durante mucho rato. Ella estaba guapísima, como siempre, y los chicos no dejaban de galantear ante ella con su beneplácito. Se veía que disfrutaba con tantas atenciones; de hecho, me costó arrancarla de la mesa para llevarla a la pista de baile.
Decidí actuar de la misma manera y desplegué todo mi encanto para llamar la atención del mayor número posible de chicas. Según me dijo, funcionó porque decía que no dejaban de mirarme con deseo ¿?
Vinimos a la bu pero en el camino discutimos, suavemente, eso sí, por multitud de pequeños detalles sin importancia. También fue en ese momento cuando me enteré que a la noche iría a la fiesta de su novio en vez de a mi concierto.
Hicimos el amor como siempre, o mejor. Siempre hacemos el amor mejor que la vez anterior, eso no cambia.
Esta vez fui yo quien tuvo que salir deprisa porque llegaba tarde al concierto. Este fue un rotundo éxito. Lo pasé muy bien, todo el mundo nos felicitó y me hizo olvidar los malos tragos.
A la mañana siguiente ella llegó al trabajo totalmente colocada. Había estado toda la noche poniéndose hasta arriba de cocaina con su novio y su amigote.
Todavía me duele recordarlo. No puedo quitarme de la cabeza la imagen de los tres esnifándo. Creo que esto es el inicio de un cambio importante aunque ella le quiera quitar peso a ese hecho.
Al salir de trabajar vinimos a la buhardilla y eslla escribió un mensaje a su novio pero se equivocó y lo recibí yo. Cuando lo leí todo se me vino encima. Aparte de otras cosas le llamaba "amor mío", como a mí. Me quedé totalmente descolocado y no la he vuelto a ver.
Ayer ella estuvo de compras por mi barrio pero se vino acompañada y no pudo ni escribirme. A la noche fui yo al suyo y estuve tentado de ir a su casa.
¿Qué es lo que quiere? ¿Cuáles son sus sueños, sus deseos?
Dice una cosa y actúa de otra manera diferente. Se comporta de modo contradictorio y cuando habla la creo pero cuando actúa desmiente sus palabras.
Ahora estaremos diez días sin vernos y en esta situación no sé qué sucederá. Creo que estamos en un momento límite y algo clave va a suceder, en un sentido u otro.
Yo no creo que pueda aguantar mucho más así y estoy a punto de estallar. Pero en cuanto veo sus ojos todo se me olvida.
¿Por qué estoy tan enamorado? Me anula por completo y me cuesta hacer otra cosa que no sea pensar en ella.

Han pasado algunas horas desde el párrafo anterior. Ha pasado un paseo cargado de nieve y mensajes lanzados a su móvil. Ha pasado una comida, algunos discos y media hora o más de conversación con ella.
Ahora suena "Lágrimas negras", qué curioso: una absoluta casualidad. He sido muy franco con ella y le he dicho todo lo que pienso: insiste en que también han pasado muchas cosas buenas y debo recordar esos momentos en vez de los malos.
Estaba feliz y sonriente, con su familia. Pero el viernes próximo se va a Valladolid a pasar la nochevieja con su novio. Una de cal y otra de arena, así es nuestra relación: momentos muy buenos y otros muy malos; subidas al cielo y caidas repentinas a las profundidades.
Respiro profundo y sigo esperando ¿Hasta cuándo durará mi paciencia?

miércoles, marzo 31

Lunes, 17 de diciembre de 2001

Me siento muy bien. Estoy como borracho pero apenas he bebido, sólo un vaso de vino con la cena pero estoy eufórico. Creo que todo lo ha hecho la peli. He ido al cine y he visto "El hijo de la novia". Me ha impresionado muchísimo. Todo el mundo se ama pero no es ñoña. Es muy tierna. He salido del cine llorando a moco tendido y ¿Qué otra cosa podría hacer? he llamado inmediatamente a Begoña para decirle que la amo. LA AMO. En mitad de la peli también he salido del cine para llamarla y decírselo. ¡Estoy loco de amor! También he llamado a mi madre, a Pa. He escrito dos postales a Pa y ahora estoy en el sofá fumándome un porro y escribiendo. No puedo BESAR ¿Qué otra cosa puedo hacer? ¿llamar a todo el mundo para decirle que le amo? Pues a lo mejor lo hago. Las personas que nos rodean son lo más importante y si no los queremos vamos aviados. Estoy solo pero me siento muy acompañado porque AMO y me siento amado, pero eso no es tan importante. Lo más importante es amar. Vale, estoy blando ¿y qué?
Escucho a Vinicius de Moraes y sus preciosas canciones de amor y me siento bien. MUY BIEN. Aunque desearía abrazar y ¡¡¡BESAR!!!

martes, marzo 30

Domingo, 16 de diciembre de 2001

Supongo que no todos los días pueden ser especiales. Es una pena. Hoy ha sido un ejemplo de ello. Ha sido un día de lo más corriente y he estado completamente solo todo el tiempo.
Sí, he echado en falta a alguien. Por ello, a la salida del cine me he metido en un ciber café y he estado chateando. Siempre que lo hago conozco a chicas que dicen que soy especial y muy simpático. Acabaré creyéndomelo... ja, ja. Por cierto, sí he ido a la piscina y me encuentro mejor de salud. Debería coger esa rutina.
No tengo más ganas de escribir.

viernes, marzo 26

Sábado, 15 de diciembre de 2001

Es la una de la madrugada. No tenía ganas de salir de copas pero he estado durante ¡¡una hora!! dando vueltas para aparcar y en ese tiempo he visto cientos de personas que iban a divertirse y me han dado envidia. Sin embargo he entrado en un bar y he salido inmediatamente porque me sentía fuera de lugar.
Me he puesto a Bebo Valdés y un vaso de tónica y estoy en el sofá, tan ricamente.
Este prometía ser un fin de semana especial porque el chico de B empezaba a trabajar y podríamos estar juntos a todas horas, sin embargo, no ha tenido que ir y todo se ha chafado.
Por la mañana he estado poniendo a punto la Bu porque después de la semana pasada en que nada más venía para dormir y hacer el amor con B estaba que no se podía ni entrar.
He terminado de recoger y hacer la compra justo a tiempo de que llegase Pa y me ayudase a terminar de hacer la comida. Se ha ido pronto así que nos hemos visto muy poco ¡qué pena! Tampoco yo me encontraba muy bien porque la costilla me sigue doliendo.
Ayer, después de tomar unos vinos con JL y Marina, Begoña y yo nos vinimos a casa y estuvimos haciendo el amor toda la tarde. Fue muy especial. En realidad, siempre que hacemos el amor es muy especial. Parece como si cada día fuese mejor que el anterior.
El caso es que al terminar me dolía muchísimo el pecho y, aunque la acompañé a su casa porque me apetecía, me metí en la cama nada más volver y dormí durante once horas. Al levantarme estaba mejor pero sigo con molestias.
Hoy tampoco he tenido noticias suyas. Bueno, sí, nada más despertar. Ha sido alucinante porque nos hemos despertado a la vez y nos hemos escrito a la vez. Después hemos hablado largo rato pero desde que colgamos no he recibido ni un mensaje.
No me gusta no tener noticias suyas. Siempre pienso que si se quiere se encuentra un hueco para escribir. Pero prefiero no pensar en ello porque me crea mala sangre y no me apetece enfadarme.
Me empieza a doler el estómago, no sé si será por las pastillas para el dolor de costilla o por todo lo que me está sucediendo últimamente. Sí que estoy más nervioso aunque esté contento. Quizá empiece a sufrir de estrés. Tengo que hacer algo. Quizá ejercicio. He pensado ir mañana a nadar, veremos si lo hago. Supongo que me vendría bien para todos mis males.
Esta noche he estado en Rivas para ver un concierto de María del Mar Bonet. Canta increíblemente bien pero la mayoría de los temas me resultaban aburridos a pesar de tener unas letras preciosas que invitaban a soñar. Pero cantaba en catalán (no me preocupa eso) y traducía las canciones antes pero al leerlo parecía un cura leyendo el evangelio.
Y ahora a soñar, porque no se me ocurre nada más que poner.

miércoles, marzo 17

13 de diciembre de 2001

¿Qué más se puede pedir a un día? Francamente, no se me ocurre. Ha tenido de todo: a medio día, pensando que no podíamos estar juntos a la tarde, nos hemos venido B. y yo a la bu. Hemos comido empanada en el metro y hemos hecho el amor en quince minutos. ¿cuántos orgasmos? Ya no contamos ¡es imposible! Hemos ido corriendo al trabajo pero felices. Al salir, con la excusa de revisar la caldera hemos vuelto a la bu y hemos hecho el amor sin descanso durante ¿dos horas? por ahí. Con todo el dolor de mi corazón nos hemos tenido que separar porque me esperaban los del grupo para ensayar desde hacía más de una hora. He llegado y hemos montado nuestro tema "me provocas pasión". Je, ¡qué casualidad! ¿Más pasión? debe ser imposible. Todo el ensayo nos ha salido bien. Después he ido a clase de batería y después a un concierto de Desakato Dadá, en el que canta la profe de canto de los talleres de Rivas.
En todo momento lo he pasado fenomenal, incluso trabajando ¿para qué me voy a engañar? Indudablemente, las horas de sexo han sido insuperables pero también las de música.
Me ha dado muchísima pena separarme de B. Además he tenido que decírselo yo porque ella hoy no tenía tanta prisa. Eso, quizá, haya sido lo único malo del día.
Cuando hacemos el amor Begoña me dice unas cosas preciosas. No para de hablar cuando hacemos el amor y eso me chifla. Yo no puedo decir nada, sólo gozo como nunca en mi vida.
Hoy no escucho música mientras escribo porque es muy tarde, estoy un poco borracho y me quiero acostar pronto, así que aprovecho cualquier momento para escribir.
Ayer no escribí nada porque también llegué muy tarde y sólo quería acostarme. Resumiendo: trabajo, paseo con B, cena con Pa, combo, concierto de blues en La Coquette, dormir. También completo.
He pensado un logotipo para Begoña; sería algo así. Me podría hacer una camiseta...
Por cierto, ayer también me hice una camiseta que me hacía mucha ilusión y la cagaron.
¡Se me olvidaba! por si fuera poco, estaba en clase de batería y me han llamado del programa "El séptimo vicio" de Radio3 para decir que he ganado un disco en un concurso. ¡Joder!
Soy el tío más afortunado del mundo. ¡¡Y soy FELIZ!!

martes, marzo 16

11 de diciembre de 2001

Hoy voy a escribir muy poquito que es tarde y estoy cansado. Breve resumen de la jornada.
Se cumplen once años de mi estancia en esta empresa. Lo celebro como viene siendo habitual en los últimos días: sin parar de trabajar.
Hora de la comida: muy agradable. Paseo con Begoña y mucha charla. Al salir vamos de compras al centro comercial. Cada día pienso más que somos el uno para el otro. Me regala una caja de cervezas de trigo que venía con vaso muy alto y bonito.
Trasteo un poco en casa y voy a ver a Nines que me ha traído jamón y queso del pueblo. Allí está también Agus. La reunión va muy bien porque no se menciona "el tema". Unicamente Agus hace un comentario improcedente creyéndose gracioso pero eso es habitual en él así que, oídos sordos. Alejandro no me hace ni caso pero Marta tan encantadora como siempre: es un sol.
Voy a clase de batería. Bien. Después ensayo con César, Manu y Juanjo. Les doy la noticia pues no lo sabían aún. Bien. Seguimos tocando hasta las doce y nos despedimos.
Llego a casa, pruebo el jamón y pongo Dear Old Stockhom de Stan Getz, infinitas veces. Creo que la tocaré en la actuación del veinte.
Ciao

jueves, marzo 4

10 de diciembre de 2001

Quien lea estas notas se pensará que me paso el día durmiendo porque siempre digo que estoy muerto de sueño pero es que llego a estas horas de la noche reventado (ahora son las doce menos cuarto de un lunes).
Por la mañana trabajo bastante; no paro de correr de un lado para otro y atender veinte cosas a la vez, además de escribir mil mensajes a Begoña; por todo, cuando llegan las cinco me duele todo (espalda, ojos, etc).
Hoy, al salir, hemos venido a la bu. Ella no quería. Bueno, quien no quería era su novio pero ya empiezo a hartarme de que siempre haga lo que quiere su novio aunque para ello tenga que ir en contra de su propia voluntad.
Durante la comida me ha contao que su novio y un amigo suyo van a celebrar la comida de Navidad comprando coca. Cada uno puede hacer con su vida y su dinero lo que le plazca pero, joder, es el dinero de ella. Él es un puto vago que no mueve el culo del sofá nada más que para pillar hachis y conectarse a Internet ¿con qué derecho se cree a gastarse la pasta de su novia en drogas cuando ella no come fuera de la oficina por no gastar dinero?
Esta situación me ha cabreado bastante por eso, cuando a la salida del trabajo conducía rumbo a su casa, he recordado que llevaba el conjunto de ropa interior que yo le regalé para su cumpleaños y he dado un volantazo para dirigirnos a mi casa.
Ella estaba muy nerviosa pero por lo que tendría que inventarse. He actuado así porque sé que esto es lo que ella deseaba en el fondo. Y no me he equivocado: hemos pasado unas horas (o minutos) preciosos. Siempre que estoy con ella todo es precioso. Parezco un poco panoli escribiendo estas cosas pero es lo que siento.
Cuando se ha ido me he dedicado a tareas rutinarias y así he llegado a estas horas.
No sé si me lo monto muy mal o será que en el fondo no quiero hacerlo pero desde que vivo solo no he estudiado batería, no he escrito un alínea (que no sean estas notas), apenas he leído... ¡y no paro! quizá debería organizarme mejor pero tampoco me apetece.
El batería de Tete Montoliú se está marcando unos cuatros preciosos... ya me valdría aprender algo.
Y ahora a mimir, que se me cierran los ojos.

martes, marzo 2

9 de diciembre de 2001

¡Qué fin de semana! ¡ni sombra del anterior!
Anoche no escribí. Estaba yo como para coger el boli...
¿Por dónde empiezo? Sábado: comida familiar. Bien. Apenas me hablan "de la situación". Sólo mi madre lo intenta en una ocasión y me escabullo. El resto simulan haberse adaptado a la nueva situación como si siempre hubiera sido así.. No me importa que actúen (no sé si lo hacen), me parece mejor así. Como mucho para lo que suele ser habitual en mí en los últimos meses. ¡Está tan rico el cocido de mamá...! Decido volver pronto a casa porque existe una posibilidad de que Bego venga. Mi madre se empeña en acompañarme al autobús. No me resisto. Le hace tanta ilusión... ¡¡Bego viene!! ¡¡Hurra!! Ya cambia todo el fin de semana. La quiero. MUCHO. Me da la vida. Paseamos de la mano por Preciados, subimos a casa con intención de hacer muchas cosas pero... no dejamos ni que termine de hervir el agua del té y ya estamos haciendo el amor. ¡Y qué forma de hacer el amor! Es incomparable. No nos cansamos nunca. No recuerdo haberlo hecho en toda mi vida como lo hacemos ella y yo. Sólo de recordarlo ahora me emociono. Como no sabía si ella iba a poder venir había quedado con Marta y Miguel así que estábamos (al menos yo) un poco nerviosos porque podían aparecer en cualquier momento.
Salimos de la cama mucho antes de lo que nos hubiese gustado: no habríamos salido NUNCA. Y encontramos unos minutos para que me corte el pelo: los dos desnudos y sintiendo su piel y su calor contra la mía mientras sus manos trabajaban en mi cabeza. Es una de las cosas que habíamos deseado hacer desde hace mucho: algo cotidiano y a la vez íntimo y cercano como un corte de pelo.
Estábamos en el séptimo cielo cuando llegaron M&M. Tuvimos que vestirnos apresuradamente y B casi tuvo que salir huyendo. No me gustó esa despedida, fue como despertar de un sueño.
Creo que cada momento que vivo con Begoña es un sueño, no parece real, nos elevamos al infinito y gozamos sólo con mirarnos olvidando todo lo que nos rodea.
(Acaba de terminar un disco de Sabina y he de levantarme a cambiarlo. Ahora un poquito de jazz: John Coltrane, que es una apuesta segura entre la gran cantidad de discos de jazz que tengo que me resultan practicamente desconocidos. Algún día debería estudiármelos. Algún día...)
M&M subieron a casa y yo estaba totalmente impregnado de Begoña. Además, literalmente porque su sexo había estado por todo mi cuerpo... ¡uf!
Empezamos a beber, a comer y a fumar hachís compulsivamente, especialmente Marta y yo que, en poco tiempo, nos bebimos dos litros de cerveza.
Salimos de la bu para encontrarnos en Vallecas con un amigo suyo. Allí empezamos un peregrinar de tabernas en las que el alcohol, la comida y los porros se sucedían con conversaciones y músicas que poco me importaban. Tenía ganas de regresar para recordar a Begoña.
Pero llegué tan borracho y con la tripa tan hinchada que caí rendido en la cama y sólo me despertaba para ir al baño.
Tenía miedo de quedarme dormido por la mañana porque había quedado con Patricia para pasar el domingo. Creo que fue esa ilusión lo que logró que me despertase a la hora precisa a pesar de haber dormido tan poco y en tan malas condiciones.
¡Ay! ¡qué me duermo! Espero poder continuar, que me queda todo el domingo...
Llego a Rivas pronto y recojo a Pa. O ella también está muy ilusionada con el encuentro o disimula muy bien. No para de hablar, ríe y nos gastamos bromas ¡cómo la quiero! Lo cierto es que se parece mucho a B ¿quién sabe si no me enamoré de B porque me recordaba a mi hija? desde luego no fue una decisión consciente si así hubiese sido.
tenemos que volver a pasar por casa y veo a Rosi. Es extraño. Pero no siento nada, lo cual me confirma que mi decisión, mi "gran decisión" ha sido la correcta. Sigo lamentando no haber escogido un momento más oportuno porque ella no lo está pasando bien y creo que al verme es peor aún.
Llegamos Pa y yo a la Bu y preparamos la comida: arroz al bogavante. En definitiva, una paella normal y corriente con una gamba muy grande. Pero está muy rica y nos cebamos a comer. No nos cabe ni un bomboncito de postre. Y lo pasamos muy bien.
Los ojos se me caen...
Íbamos a salir a pasear cuando llegaron Alfredo y Puri, así que nos vamos con ellos hasta que, de regreso, nos encontramos con José Y Mª Jesús. Como en todas nuestras reuniones, nos cebamos, por eso ahora estoy hinchado y casi dormido.
Lo pasamos bien pero flotaba en el aire el fantasma de Rosi, sobre todo en sus cabezas.
Puri me intenta interrogar, bueno, me interroga abiertamente pero me escabullo contestando sólo una verdad: tenía que irme porque no echaba de menos a Rosi.
Me duermo. Hasta mañana.

lunes, marzo 1

7 de diciembre de 2001

Son las dos de la mañana. Suena Burning: muy apropiado porque vuelvo de "quemar" Madrid, je. Yo solo. No he pasado de encender un fosforillo. Es raro salir de copas solo; me siento como el hombre invisible: observando todo lo que sucede a mi alrededor y completamente ignorado por el resto. Nadie se fija en un ser solitario. Pero no me ha disgustado. Había muchísimo ambiente ¡Y sin coger el coche! Una de las ventajas de vivir en el centro. Lo malo es que en cada garito que estaba solo pensaba en Begoña, en como bailaría, en como me besaría...
En parte he vuelto por eso ¿qué pinto yo por ahí gastándome la pasta a lo tonto?
Antes he estado en el cine: Sin noticias de Dios. Vaya, no está mal pero tampoco me ha impactado demasiado. Es muy original, eso no se puede negar.
Ha sido un día muy intenso. De los que me gustan. Ha tenido de todo: por la mañana mucho trabajo, tanto que apenas he podido dedicar tiempo a B. Al salir hemos ido juntos en metro, nos hemos besado (nunca suficiente) y hemos quedado en vernos a la tarde pero no ha podido ser. A cambio hemos hablado mucho por teléfono pero no me ha gustado demasiado, creo que ambos estábamos algo ausentes. Insiste en que me quiere mucho, mucho, mucho y que cada vez está más cerca de dejar a Miguel pero no se atreve a dar el gran salto ¿de qué me suena eso a mí?
He hecho compra porque el domingo viene Pa. Quiero que le guste. Le prepararé una comida especial, quiero que lo pase muy bien. Dice B. que intentará venir mañana pero dudo que lo haga. Estoy harto de verla a escondidas creo que va siendo hora de acostarse porque ¿qué más me puede traer el día de hoy?

viernes, febrero 27

6 de diciembre de 2001

Hoy ha sido fiesta. He estado casi todo el día solo y, sin embargo, no me he aburrido ni he sentido (demasiado) la soledad ¿me estaré acostumbrando? ¿podré mantener este ritmo?
Ha ayudado bastante que es jueves y tocaba ensayo con el grupo, así la tarde se ha pasado sin sentir. Había pensado ir luego al cine pero ho ha sido necesario porque he llegado a casa a las diez y media. Ahora son más de las doce y estoy escribiendo (debería dormir).
Como estaba en Rivas se me ha ocurrido llamar a Rosi. No sé si he hecho bien. Me apetecía pero se ha puesto a llorar después de hablar un rato y decirme que me quiere mucho. Después me ha mandado un SMS diciendo que escuchara a Burning (Te quiero tanto) y mirase la luna. Lo he hecho (no mirar la luna porque no se ve desde la bu).
Yo también la quiero y no me gusta verla sufrir de ese modo. En momentos así volvería a su lado pero no la echo de menos nunca (también quiero a mis padres o a mis hermanos y no me voy a vivir con ellos). El que a eces me encuentre solo no significa que la eche de menos o que quiera volver con ella.
No es fácil. Todo el mundo nos veía como una buena pareja. Quizá lo fuéramos, incluso mejor que otras, pero precisamente por ser tan buena pareja debemos estar así porque no podemos mantener una apariencia.
Hay un anuncio de un coche que muestra a una pareja joven besándose apasionadamente y dice: UN MATRIMONIO ES MÁS QUE UN COMPROMISO. Yo también lo creo así, y Rosi. Por eso soy incapaz de seguir a su lado pues, cuando la besaba, sólo pensaba en los labios de Begoña.
Curiosamente, cuando me ha entrado el mensaje de Rosi yo estaba escribiendo a Begoña y esta, "para variar", hada más me mandó un mensaje a primera hora de la mañana, muy bonito, eso sí. (He escuchado a Dylan pero ahora suena Ismael Lo).

jueves, febrero 26

5 de diciembre de 2001

Sé que tendrán que volver días malos pero esto va mejorando.
Ha sido un día muy intenso de trabajo pero, como me gusta la actividad, no me importa. Lo único malo es que apenas he visto-hablado-escrito a Begoña.
Ni siquiera he comido con ella porque he ido al chino con Ana y Eloy a darles "la noticia". No se han sorprendido mucho (más bien nada) y he estado hablando yo todo el rato.
B. me ha echado de menos en la comida (yo no, lo he pasado bien).
A la tarde hemos ido al Corte Inglés a marujear un poco. Lo pasamos bien cada minuto que estamos juntos y hoy han sido pocos porque ella tenía que volver a casa y yo había quedado con Pa.
Oscar está muy malito: gastritis, posible diabetes, infección en el culo... empieza a ser viejo.
Lo he pasado muy bien con Pa ¡es genial! me emociono hablando de ella (pero no ahora, que me caigo de sueño).
Después he hablado por teléfono con B más de una hora: chupi, muy chulo, nos hemos masturbado mientras hablábamos ¡una pasada!
Tengo que dejar de escribir porque se me cierran los ojos. Me duermo. Adiós (escucho a Enya).

miércoles, febrero 25

4 de diciembre de 2001

Mi vida gira en torno a Begoña. Supongo que eso no es bueno, pero ¡me encanta! ¡me hace FELIZ!
Esta tarde he hecho el amor con ella ¡uf! No recuerdo haber hecho el amor NUNCA como con Begoña. Somos incansables. Todo nos gusta y siempre coincidimos (ahora, recordándolo, me entra un cosquilleo... ¡ummm!).
Después (o durante, je) ha venido su amiga Gema y hemos estado sicoanalizando a B. Hemos bebido, fumado y disfrutado.
Creo hablar en nombre de todos al decir que hemos sido muy felices.
Una vez más, el reloj ha roto el encanto. Se ha tenido que ir de forma precipitada y creo que su corazón se ha quedado aquí.
Yo, para no hundirme, me he puesto a trabajar de forma compulsiva (como escribo ahora, a vuela pluma, sin pensar, soltando lo primero que pasa por mi mente).
He preparado un montón de cena que he devorado, he fregado, he tendido (después de improvisar o inventar un tendedero). Son más de las once de la noche, escrivo de forma compulsiva y tengo previsto tocar la guitarra después. No sé si es la energía que me genera estar con Begoña o el ansia contenida que lo suelto con la hiperactividad.
Estoy borracho; borracho de amor, borracho de hachís, borracho de cerveza, de energía... pero sigo bebiendo y sigo amando.
No he ido a clase de batería. Eso no me gusta pero estaba demasiado borracho para conducir.
No me gusta pero me temo que viviendo en Madrid me va a costar mucho esfuerzo salir de mi nido y coger el coche para ir a clase. Tendré que imponerme mayor autodisciplina. Como para estudiar: desde que estoy aquí no he estudiado ni un día.
Bueno, que ¡se acabó el mea culpa! voy a cerrar el cuadernito, apagar la música (Bebo Valdés) y tocar la guitarra (si atino con los acordes).

lunes, febrero 23

3 de diciembre de 2001

¡Estoy reventado! me duele un montón la espalda, los hombros, las piernas. No sé si es de estar constantemente agachado en la bu o de subir siempre cargado con quince kilos a cuestas.
Hoy ha sido un día mejor a pesar de la perpetua indecisión de Begoña.
En el trabajo no he parado pero casi todo han sido asuntos propios ¡qué morro tengo! y, como siempre, escribir un montón a B ¡es genial! Ella y escribirle. A su lado es fácil ser feliz aunque se esté viviendo un drama.
Al salir del trabajo he estado en los "veinte duros" con ella y después en el parque. Hemos hablado pero sin ninguna conclusión: no puede dejar a ninguno de los dos. No estoy seguro pero creo que prefiero eso a que me dejara a mí aunque lo entendería y debo estar preparado si eso sucede.
La he dejado en el metro y he venido andando desde el trabajo pasando por Atocha, Cibeles, Barquillo, Fuencarral, Sol, Plaza San Miguel... y en todas partes he comprado algo.
Conclusión: he llegado a casa cargado como una mula y reventado. Se me ha pasado lo que quedaba de tarde colocando las compras y ordenando un poco la casa. Había pensado salir a tomar una cerveza pero lo dejaré para otro día que no me duela tanto todo.
Esperaba que Begoña me llamase o escribiese pero no lo ha hecho (como de costumbre, no sé por qué espero) he preferido no hacerlo yo para no agobiar.
La echo de menos pero no tanto como ayer.
Escuclo el disco de Amelia Muge. Lo tenía poco oído pero está bien. Me voy a la cama con esta música ¡nadie me dirá que la quite o la cambie!

viernes, febrero 20

2 de diciembre de 2002

No me ha gustado mi primer día de soledad. Ha sido justo como me lo imaginaba en los peores momentos. He dicho soledad cuando pensado usar libertad pero mi subconsciente ha escrito por mí.
Despedirme de Rosi fue muy duro, muy triste. Ver su llanto causado por mi inseguridad y mis dudas resultaba doloroso. Y después... una habitación vacía y una cama fría.
He dormido más veces solo pero nunca me había sentido así. Sabía que nadie vendría a mi cama.
No tener noticia de Begoña también contribuye a mi tristeza. No consigo entender que en todo un fin de semana no encuentre momento para una simple llamada, un pequeño mensaje cariñoso...
Mañana, en cuanto la vea, todo se me olvidará y lamentaré haber dudado de ella, pero ahora dudo.
Estoy totalmente colgado, enganchado, drogado; no puedo vivir sin sus besos, sin su sonrisa...
He estado paseando por la Gran Vía y he entrado en un locutorio de Internet con la intención de chatear, pero he mandado (intentado) un mensaje a Ita y he buscado mi correo en el buzón del trabajo.
Había un mensaje de Rosi. Un mensaje precioso que me ha emocionado y me ha hecho pensar. No echo de menos a Rosi y sí a Begoña pero sé que R llora por mi ausencia y B no encuentra un momento para escribirme.
DUDO. pienso que me puedo haber equivocado pero también creo que era una decisión que debía tomar. Puede que no haya sido el mejor momento pero si no lo hubiese hecho siempre me habría arrepentido. Claro que... quizá ahora me arrepienta toda mi vida de haber dejado a Rosi...

miércoles, enero 7

Dogville

¡Vaya forma de contar las cosas! me ha encantado. Ser capaz de dar la vuelta a la tortilla para decir lo que quieres sin que sea evidente. Y la idea de la puesta en escena, como si fuese una obra de teatro... ¡menudo descubrimiento!