lunes, octubre 27

Womex

Otro mundo es posible y la manera de empezar a construirlo puede ser la música. A esa conclusión llegué después de disfrutar los conciertos del Womex 2003 aunque los resultados de las elecciones en Madrid me hicieran caer de ese pedestal.
Escuchando a Manou Gallo tocar el bajo, cantar, percutir el djembé y dirigir su grupo cargada de energía, pensaba yo "los triunfitos" que pululan por las emisoras de radio y en la tristeza que me produce que esas canciones contaminen los oídos de la mayoría mientras ritmos que proceden de otros lugares del mundo como los de Naçao Zumbi permanecen casi en el anonimato aunque podrían llenar cualquier pista de baile.
Gilad Atzmon con su excelente reinterpretación de temas clásicos del jazz y su técnica como instrumentistas (aprendí­ mucho del baterí­a). Y me dejo otros, sí, pero no por que los omita me impresionaron menos.
Mientras los discos de estos y otros músicos de calidad llegan a España, podemos consolarnos escuchando a otros de muy buen nivel que suenan aquí aunque aún no sean muy conocidos. Elbicho me recordaron a los mejores tiempos de Triana, aunque remozados. L'ham de foc me sorprendieron por la calidad de los detalles, por la variedad de los ritmos, por la puesta en escena... ¿Qué decir de Javier Ruibal? Acompañado por un magnífico grupo; lástima que le traicionara el sonido.
Después de ver estos conciertos, o me dedico al punto de cruz, o me encierro en un estudio hasta que aprenda algo de verdad.