viernes, febrero 20

2 de diciembre de 2002

No me ha gustado mi primer día de soledad. Ha sido justo como me lo imaginaba en los peores momentos. He dicho soledad cuando pensado usar libertad pero mi subconsciente ha escrito por mí.
Despedirme de Rosi fue muy duro, muy triste. Ver su llanto causado por mi inseguridad y mis dudas resultaba doloroso. Y después... una habitación vacía y una cama fría.
He dormido más veces solo pero nunca me había sentido así. Sabía que nadie vendría a mi cama.
No tener noticia de Begoña también contribuye a mi tristeza. No consigo entender que en todo un fin de semana no encuentre momento para una simple llamada, un pequeño mensaje cariñoso...
Mañana, en cuanto la vea, todo se me olvidará y lamentaré haber dudado de ella, pero ahora dudo.
Estoy totalmente colgado, enganchado, drogado; no puedo vivir sin sus besos, sin su sonrisa...
He estado paseando por la Gran Vía y he entrado en un locutorio de Internet con la intención de chatear, pero he mandado (intentado) un mensaje a Ita y he buscado mi correo en el buzón del trabajo.
Había un mensaje de Rosi. Un mensaje precioso que me ha emocionado y me ha hecho pensar. No echo de menos a Rosi y sí a Begoña pero sé que R llora por mi ausencia y B no encuentra un momento para escribirme.
DUDO. pienso que me puedo haber equivocado pero también creo que era una decisión que debía tomar. Puede que no haya sido el mejor momento pero si no lo hubiese hecho siempre me habría arrepentido. Claro que... quizá ahora me arrepienta toda mi vida de haber dejado a Rosi...