lunes, diciembre 15

viernes, noviembre 28

El jardín de la alegría

Me decepcionó un poco. Bueno, vale, no está mal pero pensé que sería más divertida. Además tiene algo que odio en las películas: que sea previsible. Cuando adivino cuál será la siguiente escena empieza a decepcionarme. También se da el caso contrario, cuando me sorprende, me gusta.

Investigating Sex

Para pasar el rato. Cargada de sensualidad y sexualidad con poquísimas (casi ninguna) escenas de sexo. Creo que es su mayor logro.

lunes, noviembre 17

Soldados de Salamina

La película trata de la soledad, de la recuperación de las ganas de vivir y de los buenos sentimientos como razones para seguir viviendo. David Trueba
Después de leer este resumen de director tiene más sentido la película. Bueno, se supone que el espectador (yo) debería haber encontrado este sentido sin tener que leer la explicación pero así es más fácil. Incluso yo diría que trata también de cómo un escritor puede enfrentarse a una historia de diferentes maneras; cómo una historia vista desde fuera puede resultar insípida o magnífica según la manera de tratarla.
Tiene momentos casi mágicos pero también otros en los que decae bastante. A veces, abundando demasiado en la investigación del fusilamiento se pierde la atención sobre el tema principal: el de la soledad, el de las ganas de vivir.
También encontré demasiadas piezas sueltas, algunos personajes que parecen importantes y luego se desvanecen sin que se vuelva a saber de ellos, demasiadas pinceladas que se dan sin rematar. Aunque quizá sea ese el mérito de la historia: retratar la soledad a base de pinceladas.

Mystic River

Violencia.
Mientras veía la película disfruté con ella, con el trabajo de los magníficos actores sobre todo, con la utilización de la música, con los planos y el montaje, con la trama policial pero... a la salida del cine me puse a meditar sobre ella. Da mucho juego. Y cambié de opinión. Parece como si toda la violencia estuviera justificada por el mundo violento en que vivimos. Parece que en este mundo o en ese país o en esa ciudad o en ese barrio sólo hay violencia. ¿Es verdad que no hay más que violencia? No lo sé, no vivo allí, pero sé que cojo un periódico madrileño y sólo veo noticias de sucesos pero salgo a la calle y veo gente besándose, veo música en las calles (sí, también mendigos), veo alegría aunque dentro haya muchas miserias. Al final de la película el mensaje es totalmente negativo y pesimista. Toda la violencia está justificada según el guión. No estoy de acuerdo.

lunes, noviembre 10

Noviembre

Un grupo de jóvenes estudiantes de arte dramático descubren pronto que las formalidades académicas no cuadran con sus ideas del teatro y deciden lanzarse a la calle para acercar el espectáculo y su mensaje a todo el mundo. Su idea: cambiar el mundo a través de la representación. Los primeros conflictos surgen con las autoridades pero después se trasladan al interior del grupo cuando se les plantea la posibilidad de participar en festivales y cobrar por sus actuaciones. El grupo se divide entre los idealistas y los más pragmáticos.
Desde mi punto de vista, la frase que cierra la película resume toda la idea: "No conseguimos cambiar el mundo, ahora intento que el mundo no me cambie a mí".
Entiendo que el mundo del teatro es una excusa para hablar de los idealismos y de la lucha por las ideas. Bien planteado y bien presentadas las diferentes posturas en los papeles de los integrantes del grupo de teatro.
Resulta un poco desolador comprobar que es imposible alcanzar los ideales aunque mantiene vivo el espíritu de lucha y aviva el deseo de moverse por lo que se piensa.

jueves, noviembre 6

Cidade de Deus

La vida no vale nada. La frase que leí en la carátula lo define perfectamente: si corres, te cogen; si no corres, te cogen también. Todos pueden ser tus enemigos. Ciudad de Dios cuenta la historia de una de las favelas más peligrosas de Río de Janeiro a través de los ojos de un chaval criado en la calle y que quiere salir de esa realidad sangrienta en la que vive. Parece que no hay escapatoria porque, según se cuenta, tienes más posibilidades de salir adelante si delinques que si eres honrado. De hecho, el protagonista tiene un momento de flaqueza e intenta cometer algunos robos para comprarse su primera cámara fotográfica y alcanzar su objetivo: ser fotógrafo de prensa.
La puesta en escena de esta historia tan dramática asombra e impacta pero no por la violencia sino por la emoción que transmite cada imagen: la colocación de las cámaras, la utilización de la música, los flash back permanentes y perfectamente tratados (me encanta el primer regreso a los años sesenta).
En resumen, cien por cien recomendable.

lunes, noviembre 3

La pelota vasca

Ofrece una visión caleidoscópica de la situación vasca. Pero una visión personal. ¡Faltaría más! Me parece perfecto. Se ha criticado al autor por manipular (cortar) las conversaciones. Pues sí. ¿por qué no? Él ofrece su propia visión del conflicto vasco a través de las opiniones de los entrevistados y mezclando (magistralmente) estas opiniones con paisajes y deporte vasco para apoyar o reforzar lo comentado por los entrevistados.
Aunque se haya criticado por ambos lados, esta película me parece, sobre todo, una invitación al diálogo para llegar a una solución consensuada. Porque tenemos que darnos cuenta que nadie puede tener toda la razón, que, por supuesto, no estar a favor no significa estar en contra y que las ví­ctimas, son siempre víctimas. No tienen bando ni color.

lunes, octubre 27

Womex

Otro mundo es posible y la manera de empezar a construirlo puede ser la música. A esa conclusión llegué después de disfrutar los conciertos del Womex 2003 aunque los resultados de las elecciones en Madrid me hicieran caer de ese pedestal.
Escuchando a Manou Gallo tocar el bajo, cantar, percutir el djembé y dirigir su grupo cargada de energía, pensaba yo "los triunfitos" que pululan por las emisoras de radio y en la tristeza que me produce que esas canciones contaminen los oídos de la mayoría mientras ritmos que proceden de otros lugares del mundo como los de Naçao Zumbi permanecen casi en el anonimato aunque podrían llenar cualquier pista de baile.
Gilad Atzmon con su excelente reinterpretación de temas clásicos del jazz y su técnica como instrumentistas (aprendí­ mucho del baterí­a). Y me dejo otros, sí, pero no por que los omita me impresionaron menos.
Mientras los discos de estos y otros músicos de calidad llegan a España, podemos consolarnos escuchando a otros de muy buen nivel que suenan aquí aunque aún no sean muy conocidos. Elbicho me recordaron a los mejores tiempos de Triana, aunque remozados. L'ham de foc me sorprendieron por la calidad de los detalles, por la variedad de los ritmos, por la puesta en escena... ¿Qué decir de Javier Ruibal? Acompañado por un magnífico grupo; lástima que le traicionara el sonido.
Después de ver estos conciertos, o me dedico al punto de cruz, o me encierro en un estudio hasta que aprenda algo de verdad.

lunes, octubre 20

Bowling for Columbine

Debería ser de visionado obligatorio, especialmente para los que no piensan ir a verla. Es escalofriante pero más que darme miedo la sociedad norteamericana que retrata, me da miedo ver que nos estamos convirtiendo en eso mismo, que cada vez estamos perdiendo más el respeto por las vidas humanas; que los pobres cada vez son más pobres y los ricos más ricos y a éstos no les importa un carajo lo que les suceda a los otros; que los inmigrantes que vienen a buscarse la vida son vistos como unos delicuentes que nos roban el trabajo.
Me gustaría que todo el mundo viese esta película y reflexionase tratando de verse reflejado en lo que allí se cuenta: el caso de esa mujer que tiene que hacer a diario ciento treinta kilómetros, trabajar en dos cafeterías para ganar un sueldo que no le da ni para pagar el alquiler. Eso no debería resultarnos ajeno, eso está sucediendo a diez minutos de nuestras confortables casas con Internet y calefacción y, lejos de estar en vías de solución, va camino de generalizarse.
Los recortes en la sanidad y la enseñanza pública con la potenciación de lo privado, los precios alarmantes de las casas, la inexistencia de alquileres, la trivialización de la violencia a gran escala... Eso es lo que me da miedo, no que me puedan robar la cartera.

Te doy mis ojos

No es una película más sobre los malos tratos. La sensibilidad con que está tratado este tema tan doloroso convierte al espectador en parte de cada uno de los personajes pudiendo entender los aciertos y los errores de cada uno de ellos. Hay poesía en las imágenes, en la música, en las miradas. Duele el dolor de la mujer pero también duele la imposibilidad del hombre por controlar su rabia. No se sensacionalista, no trata de impresionar al espectador con la lágrima fácil sino que pretende acercar el problema a una realidad en la que los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos. Como la vida misma.

jueves, octubre 16

Carmen

Necesitaba obtener mis propias conclusiones porque estaba condicionado por la cantidad de opiniones que ya habí­a oí­do, tan contrarias todas ellas. Desde "muy buena" hasta "un coñazo". Yo no conocí­a la historia ni habí­a visto antes otra versión de ella por lo que la sorpresa de los acontecimientos supuso un atractivo. Reconozco que Paz Vega era otro de los atractivos que no me defraudó.
Narra una pasión llevada hasta su extremo, tanto que quizá pueda parecer exagerada pero que me parece totalmente creí­ble (quizá por haber vivido una experiencia cercana). No voy a negar que le sobran minutos, que hay momentos que decae.
Los actores, especialmente Paz, que llena la pantalla, se convirtieron en los personajes que representan.
A las ambientaciones, decorados, vestuario, atrezzo, no le encontré ninguna pega, si acaso, algo de exceso en algunos momentos.
Algunas frases del guión me gustaron de manera especial. No las apunté pero recuerdo dos: "el primer hombre que comparó a una mujer con una flor fue un poeta, el segundo un imbécil". Y la pregunta que le hace Carmen al Navarro mirándole a los ojos con esa mirada negra y profunda: "¿Alguna vez te han comido el corazón a bocaditos?" (a mí sí, ¡uf!).
Resumiendo, no salí del cine con esa sensacion de plenitud de decir: "¡Qué peliculón!" pero me gustó.

viernes, octubre 10

Una rubia muy legal 2

Patética. Fui porque me invitaron al pre-estreno. Sólo recomendable si alguien interesante te paga la entrada, te invita a las palomitas y las bebidas y la alternativa es quedarse en casa solo viendo por televisión las peripecias de unos panolis encerrados en una casa. Banaliza temas importantes y da a entender al público de cabeza hueca al que va dirigida que por pertenecer a una hermandad universataria se pueden solucionar los problemas.

lunes, octubre 6

Ella se va

Tres personas sobre un escenario en tres colores (rojo, verde y blanco). Dos puertas por las que entran en un tiempo y salen en otro para presentar una historia dramática que ayuda a ilustrar una pantalla en la que se muestran las imágenes que rondan por las cabezas de los personajes. Una funcionaria (Inge Martín) que trata de recomponer la versión de una mujer (María Isasi) maltratada sicológicamente por su marido (Luis Hostalot) que se niega a dejarla escapar para comenzar de nuevo su vida sin él.
Buena historia y buen guión que se alejan del maniqueísmo de hombre-maltratador mujer-sufridora pero que a la vez presentan esta otra forma de maltrato que no presenta moratones en la piel sino heridas más profundas que no se pueden ver con un simple reconocimiento médico.
Especialmente destacable la interpretación de María Isasi en el papel de sufridora, pues consigue contagiarnos de sus sentimientos.

Deprisa, deprisa

La primera vez que la vi tendría yo unos diecisiete años y vivía en un barrio marginal bastante parecido al que aparece en la película. Será por eso que me marcó de una manera especial y guardaba cada imagen en un rincón oscuro de mi escasa memoria. Será por eso que cuando la vi en el montón de saldos de la tienda de DVD no pude evitar comprarla y volver a verla.
Las aventuras de cuatro delincuentes que usan el robo y la violencia para encontrar su sueño, un sueño que todos buscamos y del que ellos despiertan de forma violenta, tan deprisa como corren sus vidas.
Ese "Me quedo contigo" de Los Chunguitos que se clava como una espina en los momentos álgidos de la acción (o de la no-acción) es otra de las claves para que esta historia de amor violento tarde en borrarse del corazón.

jueves, octubre 2

Topographic

La mayor parte del público que llenaba el Studio 29 esperaba ver una reencarnación de sus ídolos, Yes y Genesis. Yo, que no soy gran conocedor del rock progresivo, tenía delante un grupo con personalidad propia. Topographic convencen; tanto a los seguidores de los grupos originales como a los que oyen esas canciones por primera vez. Son capaces de seguir sin pestañear las evoluciones de los complicados temas que versionean, son sus imprevisibles cambios de ritmo, sus acentos a contratiempo, los numerosos cortes... pero tampoco aburren, como podríamos pensar los que nunca nos hizo mucho tilín el rock progresivo, porque tienen la fuerza suficiente para poner en pie a dar brincos a toda una sala.
Pianista, batería, bajo, guitarra, voces... nadie destaca porque todos son prodigiosos. Recomendable 99 %.

jueves, septiembre 25

La Salamandra

Cambia tanto de horario que tiene premio ser oyente. Pero cuando lo consigues, el regalo llega a través de los oídos para el corazón. No importa que muchos de los relatos se repitan desde hace años, siguen emocionando o divirtiendo. Los comentarios de Carlos Faraco, la voz de Sara (¡Ay! ¡Sara!), la gracia de Juanito... perlas en las ondas.
Busca a La Salamandra por las paredes de tu aparato de radio y se comerá todas las moscas que rondan por tu cabeza.

lunes, septiembre 22

Días de fútbol.
Parece que empieza a haber buenas comedias. Me reí desde la primera escena hasta la última y, además, me hizo pensar. ¿Qué más se puede pedir a una película? Los personajes, aunque caricaturas, son perfectamente reconocibles pero no por ello dejan de inquietar o plantear cuestiones importantes.
Claro que... al final, me pareció fatal que el protagonista volviera con su novia de toda la vida. ¡A la mierda las convenciones! Tío ¿por qué no te fugaste con la tintorera?