lunes, octubre 20

Te doy mis ojos

No es una película más sobre los malos tratos. La sensibilidad con que está tratado este tema tan doloroso convierte al espectador en parte de cada uno de los personajes pudiendo entender los aciertos y los errores de cada uno de ellos. Hay poesía en las imágenes, en la música, en las miradas. Duele el dolor de la mujer pero también duele la imposibilidad del hombre por controlar su rabia. No se sensacionalista, no trata de impresionar al espectador con la lágrima fácil sino que pretende acercar el problema a una realidad en la que los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos. Como la vida misma.

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