lunes, febrero 23

3 de diciembre de 2001

¡Estoy reventado! me duele un montón la espalda, los hombros, las piernas. No sé si es de estar constantemente agachado en la bu o de subir siempre cargado con quince kilos a cuestas.
Hoy ha sido un día mejor a pesar de la perpetua indecisión de Begoña.
En el trabajo no he parado pero casi todo han sido asuntos propios ¡qué morro tengo! y, como siempre, escribir un montón a B ¡es genial! Ella y escribirle. A su lado es fácil ser feliz aunque se esté viviendo un drama.
Al salir del trabajo he estado en los "veinte duros" con ella y después en el parque. Hemos hablado pero sin ninguna conclusión: no puede dejar a ninguno de los dos. No estoy seguro pero creo que prefiero eso a que me dejara a mí aunque lo entendería y debo estar preparado si eso sucede.
La he dejado en el metro y he venido andando desde el trabajo pasando por Atocha, Cibeles, Barquillo, Fuencarral, Sol, Plaza San Miguel... y en todas partes he comprado algo.
Conclusión: he llegado a casa cargado como una mula y reventado. Se me ha pasado lo que quedaba de tarde colocando las compras y ordenando un poco la casa. Había pensado salir a tomar una cerveza pero lo dejaré para otro día que no me duela tanto todo.
Esperaba que Begoña me llamase o escribiese pero no lo ha hecho (como de costumbre, no sé por qué espero) he preferido no hacerlo yo para no agobiar.
La echo de menos pero no tanto como ayer.
Escuclo el disco de Amelia Muge. Lo tenía poco oído pero está bien. Me voy a la cama con esta música ¡nadie me dirá que la quite o la cambie!

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