Hasta un corazón alegre y optimista como el mío hay veces que se llena irremediablemente de tristeza. Hay veces que me canso y pienso que no voy a poder seguir luchando y esperando. Un domingo sin ella acaba con todas mis fuerzas.
No es la soledad la que me mata, es su ausencia.
martes, mayo 11
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario